Andrea Johanna Angulo Cortés
Psicóloga Pastoral de Familia
Durante la ejecución del programa en las diferentes Escuelas de Formación de las Fuerzas Militares y de Policía del País, es común escuchar por parte de los alumnos, preguntas acerca de las relaciones afectivas. Se formulan inquietudes como: "Si existe alguna regla, fórmula o parametro que asegure una relación de pareja exitosa, Si existe un tiempo determinado para la relacion de noviazgo que permita establecer un buen matrimonio o si es cierto el refrán de que los polos opuestos se atraen"
Sin embargo, aunque nos encantaría tener la clave para poder contestar esas preguntas afirmativamente, no es posible, ni para la psicología, ni la antropologia o en general para las ciencias sociales, establecer la respuesta "Exacta" a dichas inquietudes. No existen relaciones afectivas perfectas, las relaciones humanas, más las de pareja, representan la interacción constante de dos universos diferentes, que deben aprender a comprender la diferencia y encontrar la similitud. En general, son una herramienta muy valiosa y fuerte de evolución, que le permite al ser humano, compartir, aprender y crecer con y por otros.
Qué podemos hacer entonces? Aunque no existan fórmulas mágicas que aseguren el amor eterno, si es preciso establecer algunas claridades respecto al tema:
En primer lugar, para tener pareja tienes que trabajar contigo mismo. Primero deberás amarte y respetarte antes de poder amar y respetar a otro. Generalmente, creamos una imagen de cómo nos gustaría que fuera esa persona especial, como nos gustaría que fuera su personalidad, su físico, sus sentimientos, pero en realidad antes de pensar en el otro, debemos pensar en quiénes somos y que tenemos para ofrecer. En la medida en que trabajemos en nosotros mismos y tengamos claro como somos, así mismo podremos establecer con qué tipo de persona nos gustaría compartir el resto de nuestra vida. Recuerda si tú generas amor, atraerás amor.
En segundo lugar, no te apresures al tomar la decisión. El peor motivo para buscar pareja es por estar solos, si nos desesperamos elegiremos lo peor. Los seres humanos tenemos la posibilidad de elegir sin tener ningún tipo de plan o sin evaluar las consecuencias, es más, podemos seguir reacciones automáticas que se han generado en la situación o simplemente podemos evitar la preocupación de tomar decisiones, pero asumir este tipo de comportamientos puede generar serias equivocaciones y consecuencias desagradables para nuestra vida. Date el tiempo de conocer al otro, de compartir, de conversar, de ser amigos. De esta manera tendrás muchos mas elementos que evaluar en el momento de tomar la decisión, lo que incrementará la probabilidad de que aciertes. Recuerda, en el amor también es mejor prevenir que lamentar.
En tercer lugar, comunícate! No esperes que el tiempo solucione los problemas, las inconformidades o los malentendidos. Exprésate, habla, dale a conocer a tu pareja tu punto de vista. Escucha, negocia y sé tolerante. Recuerda que no solo tú tienes necesidades. Se paciente y comprende, solo a través del diálogo encontrarás la tranquilidad y la paz. La mejor expresión del amor, siempre será una buena comunicación.
Finalmente, y como la herramienta mas importante, acoge al Senor en tu corazón, Él guiará tu relación y la protegerá en la adversidad. Una relación de pareja siempre debe ser para estar mejor, pero ésto solo sucederá si es Dios quien habita en sus corazones.
"Maridos, amen a sus esposas como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella.
Así deben los maridos amar a sus esposas como aman a sus propios cuerpos: Amar a la esposa es amarse a si mismo y nadie aborrece su cuerpo, al contrario lo alimenta y lo cuida y eso es justamente lo que Cristo hace por la Iglesia". ( Efesios 5, 25, 27-30)
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