Media Naranja o Medio Limón, Depende de Ti

FRASE DE LA SEMANA

"Amar es una decision, no un sentimiento…
Amar es  Dedicacion y entrega...

Un verbo, y el fruto de esa accion es el AMOR..
El amor es un ejercicio de jardineria.. Arranque lo que hace daño
Prepare el terreno, siembre, sea paciente riegue y cuide.
Este preparado porque habrá plagas, sequías o excesos de lluvias.
Mas no por eso abandone el jardin"...




¿¿¿ SABIAS QUÉ???...

CUANDO EL AMOR LLEGA ASI DE ESTA MANERA

Quien no se ha estremecido al sentir revoloteando muy cerca aquello llamado Amor, enigma o misterio que envuelve a todo ser humano, que, a veces genera confusión pero que cuando llega… logra llevarte a mundos, estados desconocidos y mágicos, incluso transformando lo que encuentra a su paso.

Según Claudia Ramírez del Universal, existen investigaciones oficiales que aseguran que “Sentirse enamorado provoca que nuestro organismo trabaje al 100% y que veamos la vida "perfecta". Durante el enamoramiento, el corazón se acelera hasta a 130 pulsaciones por minuto, se liberan grasas y azúcares que aumentan la capacidad muscular, se generan glóbulos rojos que mejoran el transporte del oxígeno por conducto de la corriente sanguínea, se eleva el estado de ánimo debido a la secreción de endorfinas, sustancias excitantes que nos proporcionan bienestar…mejorando los estados de depresión o ansiedad. Todo ello le aporta brillo a los ojos y mejora la apariencia de la piel”.

Y con tantos beneficios… quién no quiere estar enamorado?, pero la decisión no resulta tan fácil cuando de elegir se trata; para que dos personas se enamoren; deben darse ciertas circunstancias como la atracción física, que se complementen intelectualmente, cierto grado de intimidad emocional entre ambos, acercamiento, deseo de estar juntos.. entre otras; actitudes que favorecen y facilitan la formación de la pareja. Sin embargo, estas características por si solas no garantizan el éxito de una relación.

QUE VIVAN LOS NOVIOS…

El Psicólogo Británico Stevenson, señala, en los encuentros para parejas; que establecer una relación profunda y estable basada en el amor, requiere tiempo y voluntad. Una vez que las personas deciden formar pareja, inician la etapa del noviazgo, que no es más que una prueba en la que miden cuán compatibles o no son, cuales son las diferencias o las semejanzas que unen a ambas personas, entre otras cosas. Inclusive se miden hasta los grados de complementariedad de las familias de ambos, por aquello de que al casarse con su pareja, lo hacen también con su familia.

En este período, los novios manifiestan intereses comunes y se hacen expectativas para el futuro y aun cuando no se establece cuál es el tiempo adecuado para mantener un noviazgo, se ha determinado que los matrimonios cuya pareja tuvo un tiempo de noviazgo corto, tienden más al fracaso. No así los matrimonios en los que la pareja tuvo más tiempo para conocerse en la etapa de novios. Sin embargo, lo importante en esta etapa, no es solamente querer a la persona sino mantener con ella un elevado nivel de comunicación que nos permita saber quien es ella y si se adecua a lo que nosotros queremos y necesitamos como pareja.

Elegir a una persona y hacer una vida en común es una de las decisiones más trascendentes en la vida de todos. Es por ello que, si bien nos enamoramos y queremos a nuestra pareja, también debemos racionalizar si se ajusta a lo que nosotros queremos y nos hemos planteado acerca de cómo debe ser la persona que nos acompañe en la ardua tarea de consolidar una familia. Es por ello que, se hace necesario el conocimiento profundo de la persona con la que decidimos unirnos.

Una vez generado el compromiso, con el paso del tiempo y la convivencia, empieza a aparecer la necesidad de adquirir más tolerancia y comprensión, para poder sobrellevar las diferentes situaciones que se presentan, por lo cual, es fundamental conversar con nuestra pareja. Sin embargo, debemos tener en cuenta, que cuando dos deciden tener vida en común, se unen con sus defectos, virtudes, cualidades y costumbres y no podemos trabajar jamás en función de cambiar al otro. Ambos deben lograr acuerdos para que las cosas fluyan en un ambiente donde los dos se sientan satisfechos. De esta manera estaremos dándole sentido a la comunicación, al respeto mutuo y al verdadero amor.

 QUE TE INUNDE ENTONCES EL AMOR…

Que no quepa la menor duda, el Amor es el elixir de la vida y la base fundamental de la formación de una familia. La felicidad está en tus manos y la decisión también. Formar una familia implica…. Ser feliz con la felicidad del otro, aplicar los principios de libertad, apoyo, confianza, respeto, ternura y compromiso, estableciendo acuerdos claros con respecto a la forma como se desarrolla la relación.

De tu equilibrio como persona,
De tu capacidad para entenderte bien con tu pareja,
Dependerá la construcción y fortalecimiento de una familia.

La armonía en el hogar,
Depende de dos personas maduras,
que se aman y se entienden
que aman profundamente a los hijos cuando estos llegan.

La buena relación de los padres
Forja niños mentalmente sanos
que se convierten en adultos responsables y maduros.

Por lo tanto,
El punto de partida de una familia feliz,
Son esos dos seres, que forman la pareja
De Padre y Madre.
Entrega tiempo, dedicación, respeto, compromiso y lealtad a las personas que amas, porque representan tu mundo, tu ilusión, tu motivo y razón para seguir el camino, aun cuando a veces parezca complicado, caminan a tu lado, ellas son tu familia, vale la pena apostarles el todo. Entonces… ¡Que te inunde el Amor!



ELECCION DE PAREJA – PATERNIDAD RESPONSABLE

Definición del Problema

Problema se define como “una situación real o anticipada en la vida que requiere respuestas por parte del sujeto para un funcionamiento adaptativo; pero que no están disponibles o no son identificables por él, debido a la existencia de barreras u obstáculos” (Vásquez, 2002).

Las demandas de la situación pueden venir de exterior; pero también de los objetivos y valores del individuo. Las barreras más comunes para alcanzar los objetivos son: ambigüedad, incertidumbre, demandas en conflicto, falta de recursos, o novedad. En esta fase se incluye la definición de los objetivos que el individuo quiere alcanzar. Cuando se va a resolver un problema es necesario analizarlo y dilucidar cuales son los procesos y aspectos relevantes que están influyendo en la aparición y mantenimiento del problema o qué hace amenazante la situación. En este paso el proceso de alcanzar una conducta adecuada también puede tomar características patológicas. El análisis de las situaciones es un análisis causal, intentando determinar las influencias de unos factores en otros, en el momento actual y en la posible evolución. (Vásquez, 2002)

Forma de afrontar los problemas o tomar decisiones

La toma de decisiones es el proceso mediante el cual se realiza una elección entre las alternativas o formas para resolver diferentes situaciones de la vida, estas se pueden presentar en diferentes contextos: a nivel laboral, familiar, sentimental, empresarial (utilizando metodologías cuantitativas que brinda la administración), etc., es decir, en todo momento se toman decisiones, la diferencia entre cada una de estas es el proceso o la forma en la cual se llega a ellas. La toma de decisiones consiste, básicamente, en elegir una alternativa entre las disponibles, a los efectos de resolver un problema actual o potencial, (aún cuando no se evidencie un conflicto latente) (García, 2006).

La toma de decisiones a nivel individual es caracterizada por que una persona haga uso de su razonamiento y pensamiento para elegir una decisión a un problema que se le presente en la vida; es decir, si una persona tiene un problema, ésta deberá ser capaz de resolverlo individualmente a través de tomar decisiones con ese especifico motivo. En la toma de decisiones importa la elección de un camino a seguir, por lo que en un estadio anterior deben evaluarse alternativas de acción. Si estas últimas no están presentes, no existirá decisión (García, 2006).

Para tomar una decisión, no importa su naturaleza, es necesario conocer, comprender, analizar un problema, para así poder darle solución; en algunos casos por ser tan simples y cotidianos, este proceso se realiza de forma implícita y se soluciona muy rápidamente, pero existen otros casos en los cuales las consecuencias de una mala o buena elección puede tener repercusiones en la vida y si es en un contexto laboral en el éxito o fracaso de la organización, para los cuales es necesario realizar un proceso más estructurado que puede dar más seguridad e información para resolver el problema. Las decisiones nos atañen a todos ya que gracias a ellas podemos tener una opinión crítica (García, 2006).

Siempre hay que tener en cuenta que cada persona afronta la resolución de problemas de una forma diferente, basada en su experiencia y su historia de reforzamiento. Hay modelos clásicos de cómo se toman las decisiones y existe un esquema básico de resolución de problemas (D´Zurilla, Goldfried, 1971) que plantea como hacerlo de forma efectiva y se ha incorporado a la terapia cognitivo conductual con todos los méritos. (García, 2006)

Los resultados de la reciente investigación neurofisiológica y neuropsicológica nos obligan a reconsiderar los mecanismos decisorios y a tener en cuenta la participación de las emociones en estos procesos. La amígdala, una estructura capaz de asignar significado emocional a los estímulos ambientales (evaluación), pone en marcha una serie de reacciones de carácter motor, autonómico, endocrino y del sistema nervioso central, que constituyen la expresión emocional. Todos estos cambios revierten, a su vez sobre el cerebro, en lo que se conoce como la experiencia de las emociones o los sentimientos. Por otro lado, las investigaciones neuropsicológicas han revelado la importancia de la corteza prefrontal en la toma de decisiones, poniendo de manifiesto la íntima colaboración de los mecanismos límbicos emocionales con las funciones anticipatorias y planificadoras de la corteza prefrontal. (Se expone la hipótesis del marcador somático de Damasio). La neurobiología está confirmando en definitiva lo que de forma intuitiva afirmó Pascal al escribir que “El corazón tiene razones que la razón ignora” (Simon, 1997)

El proceso de toma de decisiones se puede llevar a cabo automáticamente o conscientemente, tal y como plantean los modelos aquí mencionados. Pero posiblemente se elija muchas veces el curso de acción sin hacer ningún plan y sin extrapolar las consecuencias, sino más bien siguiendo las primeras reacciones automáticas que se han generado en la situación o simplemente se evite la preocupación y la toma de decisiones. Nezu (2004) define otros estilos de resolución de problemas, el impulsivo que actúa así o el evitativo, que simplemente no se enfrenta al problema. Frente al estilo evitativo, entrar en el proceso de toma de decisiones puede ser un paso adelante. (García, 2006)

Es difícil tomar una decisión, pero la tragedia del hombre es tener que elegir a cada momento, todos los días de su vida y tener que renunciar a aquello que no elige.

La toma de decisión es una responsabilidad y un compromiso. Una responsabilidad porque tenemos que hacernos cargo de las consecuencias y un compromiso porque nos limita la libertad para siempre, condicionando nuestras futuras decisiones; porque tomar decisiones irresponsables habilita a los demás a hacer lo mismo. La libertad en una sociedad siempre es limitada, porque no se trata de liberarse de los compromisos sino de tener la posibilidad de elegir. La vida es cambio y todo cambio incluye problemas que exigen tomar decisiones. Si tenemos claro cuál es el problema surgen de inmediato las distintas alternativas que pueden resolverlo. La definición del problema representa ya el cincuenta por ciento de la solución (Gracia y cols 2008).

Suele ocurrir que haya dos alternativas igualmente atrayentes; en ese caso la elección más razonable es la que cumple con los objetivos y que tiene el menor costo ó la menor cantidad de desventajas. Por ejemplo: una desventaja de alto costo en una toma de decisión personal, es la infelicidad de los que nos rodean.

Nunca la cantidad de desventajas deberán superar los objetivos, los cuales pueden ser modificados o adaptados para disminuir los costos.

Cuando se toma una decisión hay que aceptar que tendremos que renunciar a lo que no se elige, porque no se pueden elegir dos cosas que se contraponen. Si la decisión es conservadora tiene más en cuenta las desventajas, y si es más audaz prioriza el cumplimiento de los objetivos, minimizando el costo. Toda decisión o proyecto tiene que estar de acuerdo con los propios valores, coherente con la propia forma de pensar, porque los errores en la toma de decisión es causa del sufrimiento humano. Este modelo de toma de decisión, por objetivos, es similar al modelo que utilizan las grandes empresas en Japón y Estados Unidos para que sus ejecutivos puedan utilizar los mismos criterios frente a los cambios. En una empresa, la decisión correcta no puede estar nunca en contra de la filosofía de la organización (Gracia y cols 2008).